¿Por qué debemos tener cuidado con los tinacos y cisternas en nuestra casa?

Son parte del paisaje en México y otros países, pero los tinacos o tanques de azotea son un riesgo potencial para nuestra salud. Las cisternas también comparten este problema, son un mal necesario dadas las condiciones de nuestra infraestructura hidráulica y debemos saber cómo mantenerlos en óptimas condiciones.

El agua es un medio perfecto para crear un caldo de cultivo para muchos microorganismos, la materia orgánica presente de manera natural, permite su desarrollo y reproducción.

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El cloro libre, es un oxidante que impide que las bacterias u otros microorganismos puedan vivir y desarrollarse, cuando un agua se queda sin esta protección, éstos “bichos” aprovechan y hacen de las suyas. Así que, aunque el olor a cloro es desagradable, nos permite saber que el agua está libre de microorganismos patógenos que puedan enfermarnos.

El riesgo de usar tinacos y cisternas, por lo tanto, radica en en que les da tiempo suficiente al cloro libre que se encuentra en el agua de volatilizarse y dejan el agua expuesta a la contaminación bacteriológica.

¿Qué cuidados debemos tener con nuestros tinacos y cisternas?

  1. Si es posible, no utilizarlos a menos que sea una emergencia, algunas veces el abastecimiento de agua que llega a nuestra casa es continuo y suficiente. Cuando sea así, podemos utilizar nuestro tinaco o cisterna sólo como una reserva de emergencia. Hay muchas formas de hacer arreglos muy simples con válvulas que podamos cerrar y abrir cuando queramos utilizar uno u otro suministro, consulten a su fontanero de confianza para que les pueda ayudar.
  2. Cuando no tenemos otra opción, debemos limpiarlos de forma regular, dependiendo de la zona en la que vivan debería ser cada tres, seis o doce meses. Si es posible instalar un filtro de cartucho, que impida la entrada de sólidos, así ahorramos tiempo en limpiezas, estos filtros podrían costar alrededor de $300.00 pesos y los cartuchos unos $50.00 pesos sólo hay que tener cuidado de tener siempre repuestos.
  3. Revisarlos periódicamente, deben estar perfectamente limpios y el agua no debe despedir olores. Las tapas deben estar bien diseñadas y no permitir la entrada de polvo o insectos.
  4. Asegurarnos que estén bien tapados y que no tengan fugas; las fugas son canales de contaminación e invitan a aves o roedores a vivir cerca.

Si tenemos estos cuidados evitaremos que estemos contaminando el agua que recibimos de la red.

Cuando detecten algún olor en el agua, comparen el agua de dentro de la casa con la que se encuentre en la calle, casi siempre las tomas de la calle están conectadas directamente a la  red. Si detectan que el olor está solamente dentro de la casa, entonces el culpable es nuestro tinaco o cisterna.

Espero que este pequeño artículo les sirva. Si tienen alguna duda pueden dejar un comentarios.

Saludos.

–Alejandro Perelló

Referencias

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